El melasma es una afección de la piel que provoca manchas oscuras. Su tratamiento requiere un enfoque multifacético, aunque normalmente es personalizado según las necesidades de cada persona.
¿Qué es el melasma?
El melasma es un tipo de hiperpigmentación, una afección cutánea común que se caracteriza por la aparición de manchas simétricas de color marrón o grisáceo en la piel.
Estas manchas suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello, los brazos y el escote. Es más habitual que lo sufran las mujeres y en personas con piel oscura.
¿Cuáles son las causas de su aparición?
Las manchas de melasma son causadas por un aumento en la producción de la melanina, que es el pigmento cutáneo de las personas. No están totalmente claras las causas que producen este aumento, pero sí que existen varios factores que contribuyen a su desarrollo, como factores hormonales, la exposición solar y factores genéticos.
- Exposición solar. La radiación ultravioleta (UV) emitida por el sol es un desencadenante del melasma, ya que una exposición prolongada puede estimular la producción de melanina en la piel.
- Factores hormonales. El embarazo y el uso de anticonceptivos orales se asocian con una mayor predisposición a sufrir melasma. En torno al 15% de las embarazadas sufren melasma. Y entre el 10% y el 25 % de las mujeres que toman anticonceptivos oral padecen melasma.
- Factores genéticos. Si se tienen familiares directos que han sufrido melasma, existe mayor riesgo de desarrollar la afección.
Tipos de melasma
El melasma se manifiesta en tres patrones principales, según la profundidad de la mancha:
- Melasma epidérmico: en el melasma epidérmico, la hiperpigmentación se encuentra en la epidermis, la capa más superficial de la piel. Es el tipo más común de melasma.
- Melasma dermal: en este caso, la hiperpigmentación se encuentra en la dermis, la capa más profunda de la piel. Es el tipo más resistente ante el tratamiento.
- Melasma mixto: aquí la mancha combina la profundidad dérmica y epidérmica.
¿Puede el melasma desaparecer solo?
El melasma no desaparece por sí solo. Es una afección persistente a no ser que se eliminen las causas que lo provocan por completo. Utilizaremos dos casos como ejemplo:
- Si las manchas de melasma son provocadas por la exposición excesiva al sol, pueden desaparecer o aclararse si se evita la exposición al sol y se utiliza protección solar adecuada.
- En el caso del melasma relacionado con el embarazo o el uso de anticonceptivos orales, las manchas pueden aclararse o desaparecer después de que finalice el embarazo o se suspenda el uso de anticonceptivos.
Es decir, si no se elimina la causa que provoca el melasma, la mancha se atenuará pero no desaparecerá.
Por otro lado, hay personas que sufren un tipo de melasma crónico que no desaparece por sí solo y exige el uso de tratamiento.
¿Cómo eliminar las manchas de melasma en la cara?
El melasma puede ser una afección persistente y, en algunos casos, puede requerir tratamiento a largo plazo en una combinación de estrategias, que incluyen protectores solares, cremas despigmentantes, peelings químicos o tratamientos con láser.
En función de la gravedad del melasma y la respuesta posterior al tratamiento, puede variar el enfoque del mismo.
- El uso de peelings químicos superficiales o medios pueden ayudar a eliminar células de la piel pigmentadas y mejorar la apariencia del melasma al dar lugar a piel nueva.
- Las terapias con láser buscan aclarar el melasma mediante impactos directos de la luz en la zona deseada. Variando la intensidad del láser se pueden realizar tratamientos tanto superficiales como más profundos.
- Las cremas despigmentantes que contienen ingredientes como la hidroquinona, el ácido kójico, el ácido azelaico, el ácido glicólico y la vitamina C pueden ayudar a aclarar las manchas de melasma.
- El uso constante de protector solar de amplio espectro con un alto factor de protección (SPF) es esencial para prevenir la exacerbación del melasma debido a la exposición al sol.
Antes de terminar, cabe añadir que el melasma no es una afección dañina. Y no hay que confundirlo con el melanoma, que es un tipo de cáncer de piel. En cualquier caso, es recomendable consultar con algún profesional.