El ácido hialurónico es uno de los productos más demandados en medicina estética, por su versatilidad y capacidad para hidratar, rellenar y combatir los signos del envejecimiento de la piel.
Lo mejor de esta molécula es que al tratarse de un producto orgánico, no tiene contraindicaciones. Y, por poner un pero, también por ser orgánico, la sustancia va siendo absorbida poco a poco por el organismo, por lo que es necesario repetir el tratamiento cada cierto tiempo para mantener los efectos del mismo.
¿Para qué sirve el ácido hialurónico?
Este compuesto lo produce nuestro organismo de forma natural y su función es mantener hidratados los tejidos cutáneos, las articulaciones y los cartílagos, utilizando su gran capacidad para retener agua.
Pero, con el paso de los años, el cuerpo pierde la capacidad de producir ácido hialurónico. Por tanto, a causa del envejecimiento perdemos hidratación y, por tanto, elasticidad en la piel.
Así que la medicina estética aprovecha esa propiedad intrínseca del ácido hialurónico para utilizarlo para rellenar las arrugas y los surcos faciales provocados por la pérdida de elasticidad, así como para aumentar el volumen de los labios mediante relleno e hidratación profunda.
Usos más demandados del ácido hialurónico
Al ser un tratamiento mínimamente invasivo, con resultado fiables y casi inmediatos, el ácido hialurónico ha pasado a ocupar el podio de los procedimientos estéticos. Como ahora veremos, lo podemos utilizar en los labios, la nariz, el mentón, pómulos y líneas de expresión.
Si se hace bien, es un tratamiento que permite recuperar la simetría facial y reducir los signos del envejecimiento.
Rellenos dérmicos
El ácido hialurónico consigue mejorar la flacidez derivada del proceso natural de envejecimiento, así como aumenta el volumen facial de las zonas con pérdida de grasa facial.
Gracias a estas propiedades, podemos utilizar el ácido hialurónico como relleno dérmico para:
- Líneas de expresión: las líneas de expresión son finas arrugas que se pueden rellenar con ciertos productos como el hialurónico. Al rellenar el surco, se difumina la arruga y la piel presenta un aspecto rejuvenecido. Se puede emplear para mejorar la apariencia de la comisura de los labios, las arrugas del labio superior, las ojeras y las arrugas de las cejas. Sirve también para los surcos nasogenianos.
- Pómulos: la caída de los pómulos evoca un aspecto envejecido y el rostro pierde su armonía. Se puede recuperar aspecto juvenil de los pómulos y las mejillas mediante rellenos de ácido hialurónico. Para ello, se inyecta justo por encima del hueso del pómulo y así se consigue darle volumen. Es un relleno que, además, se puede convertir en un todo en uno, al aprovechar la inyección para rellenar las arrugas presentes en la zona. Este tratamiento se puede complementar con otro relleno de hidroxiapatita de calcio, que estimula la producción de colágeno en la piel.
Hidratación profunda
Podemos aprovechar la capacidad de hidratación del ácido hialurónico realizando inyecciones de esta sustancia en las capas más profundas de la piel.
Cada centro médico-estético tiene su sistema, pero lo normal es realizar diversas inyecciones en puntos clave para obtener un efecto tensor. Además, también se estimulan los fibroblastos, que su vez generan nuevo colágeno.
Es un tratamiento indicado para zonas que han perdido el tono y se ven envejecidas por la falta de hidratación, como el rostro, los labios, el cuello, el escote y las manos. Tras el tratamiento, la zona tratada se verá más firme y luminosa.
Aumento de labios
El aumento de labios con ácido hialurónico viene a solucionar un deseo estético de algunas personas por contar con unos labios más gruesos, aunque también consigue difuminar las arrugas y elevar el arco caído producto del envejecimiento.
Es un proceso muy sencillo que consiste en la inyección de ácido hialurónico mediante agujas muy finas en la dermis. El efecto es casi inmediato y no sólo aporta volumen sino que también aporta elasticidad a la piel.
Rinomodelación
Este tratamiento tiene como objetivo conseguir perfilar la nariz sin necesidad de pasar por quirófano. Lo que se hace es aprovechar el ácido hialurónico para rellenar con una inyección en el puente nasal.
Con este procedimiento, se consiguen corregir imperfecciones que no sean muy marcadas.
Bioestimulación
La bioestimulación es un tratamiento que busca rejuvenecer el rostro a través de los efectos producidos por diferentes técnicas y compuestos. El objetivo es estimular la síntesis de colágeno y elastina para recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel.
Para conseguirlo se utilizan vitaminas, ácido hialurónico, péptidos y otros activos, que se complementan con técnicas manuales y/o aparatología.
Médicos: artrosis, fascitis, tendinitis
Por último, el ácido hialurónico también se emplea habitualmente en casos médicos, principalmente en el campo de la oftalmología y la ortopedia.
En oftalmología, se usa en las cirugías de cataratas y de corrección de la visión láser para mantener la humedad del ojo durante el proceso de cicatrización.
Y en ortopedia, se utiliza para aliviar el dolor en las articulaciones afectadas por la osteoartritis. Se inyecta directamente en la articulación para mejorar la lubricación y amortiguar las articulaciones.
Generalmente, los tratamientos con ácido hialurónico en son muy rápidos (entre 10 y 30 minutos) y no requieren ningún tipo de recuperación especial. Se puede hacer vida normal unos minutos después.
Estos son los, actualmente, tratamientos más populares en los que se utiliza ácido hialurónico, aunque seguro que con el avance de las investigaciones encontramos nuevos usos.
Sólo hay que tener en cuenta que, de momento, es un compuesto que será absorbido por el cuerpo, poco a poco, por lo que es necesario repetir el tratamiento cada cierto tiempo para mantener los resultados.