La depilación con cera sigue siendo uno de los métodos más utilizados para hacer desaparecer los pelos en diferentes partes del cuerpo. Ya en la antigüedad se utilizaba esta fórmula. Hay registros que evidencian su uso en el antiguo Egipto, donde hombres y mujeres se quitaban el pelo de la piel con una fórmula de azúcar y limón caliente.
También se utilizó en Grecia y en Roma, sobre todo entre las clases altas. Es una costumbre que continuó durante la Edad media y creció en el Renacimiento, con el auge de la moda y la importancia impuesta a la belleza.
En la actualidad, las ceras que se utilizan para la depilación están hechas de resinas naturales de pino o abejas y también de resinas sintéticas. La formulación incluye también otras ceras para darle consistencia, aceites vegetales que hacen la mezcla más maleable y aromatizantes.
La cera puede utilizarse en piernas, brazos, axilas, cejas e incluso el área del bikini. Normalmente se utiliza cera caliente y cera fría. La primera se calienta y se aplica con una espátula, mientras que la segunda suele aplicarse sobre la piel con tiras prefabricadas.
La cera caliente y la fría, tienen diferentes formas de uso y consecuencias (dolor, irritación, efectividad…), por lo que antes elegir una u otra, es conveniente conocer la idiosincrasia de cada formato.
¿Cuándo depilarse con cera caliente?
La cera se calienta hasta alcanzar la temperatura adecuada. Ha de quedarse líquida, pero sin quemar. A continuación, se aplica sobre la piel con una espátula en la dirección que crece el pelo. Después se pone una tira de papel sobre la cera para asegurar la adherencia.
Una vez enfriada y ligeramente solidificada, se retira de forma súbita para eliminar el vello de raíz. Si no se hace un movimiento rápido y con fuerza, el vello no será arrancado de raíz y podría provocar mucho dolor.
Es recomendable el uso de la cera caliente cuando el vello es más fuerte y grueso, como por ejemplo en las axilas y en las ingles. Es el método más indicado para los hombres.
Ventajas de la cera caliente
Es un método que se puede realizar tanto en salones de belleza como en casa y de fácil uso.
Lo bueno de la cera caliente es que el calor ayuda a abrir los poros de la piel y esto hace más fácil la posterior extracción de vello. Además, al adherirse mejor a la piel, también permite agarrar mejor los pelos y retirarlos de forma más efectiva y sin dolor.
Y, por último, al extraer el vello de raíz, los resultados son más duraderos.
Desventajas de la cera caliente
Como desventajas de la cera, podemos destacar el riesgo de quemaduras, sobre todo si la temperatura de esta es demasiado alta. Además, en caso de pieles sensibles, estas podrían experimentar irritación. Tampoco es recomendable su uso en zonas del cuerpo más sensibles como el rostro y zonas íntimas. Aunque esto dependerá de la persona y su grado de sensibilidad.
¿Cuándo depilarse con cera fría?
La cera fría comenzó a emplearse para la depilación hace unas décadas, como una alternativa más cómoda y rápida que la cera caliente.
En este caso, se usan unas tiras de cera que no requieren ser calentadas. Para su uso, se retira el papel que cubre la tira y esta se coloca sobre la piel, presionando con fuerza para que adhiera. A continuación, se retira también de forma enérgica para tratar de arrancar el vello de raíz.
Ventajas de la cera fría
Lo mejor de este método es su facilidad de uso y también portabilidad, ya que que permite hacerlo en cualquier momento y lugar. Tampoco hay hay riesgo de quemaduras.
Desventajas de la cera fría
Sin embargo, al no calentarse la cera, esta no se adhiere tan bien a la piel, así que no consigue la misma efectividad que con la cera caliente. Esto provoca también que la duración de los resultados sea menor y que el dolor también pueda ser mayor.
Por último, es un método que no debe utilizarse con vello grueso por la falta de adherencia.
¿Cera caliente o cera fría?
Ahora que ya conoces un poco más las particularidades de cada cera, un resumen muy claro para saber qué tipo de cera debes usar es el siguiente:
- Con sensibilidad en la piel, la cera fría será menos irritante durante la depilación.
- En las primeras veces, es mejor probar con cera fría, puesto que es más fácil de usar y tiene menos riesgos asociados.
- Para resultados más duraderos, la cera caliente extrae el vello desde la raíz con más eficacia.
- Por conveniencia y portabilidad, la cera fría es más cómoda porque no requiere calentamiento previo y viene en formato de bandas listas para usar.
- Para vello grueso, cera caliente porque se adhiere mejor.
Sin importa la elección de cera, se puede preparar la piel para que esta sufra menos irritación durante y tras la depilación. Para ello, debe estar limpia, sin restos de cremas o aceites. Una exfoliación previa también servirá para eliminar células muertas y conseguir que la cera se adhiera mejor.
Trabajar en secciones pequeñas de la piel hará el trabajo más largo, pero mucho más efectivo. Al retirar la cera, siempre debe hacerse en la dirección opuesta al crecimiento del vello.
Y, por último, la hidratación de la piel es muy importante para mantenerla suave y protegerla tras la depilación con cera.
Recuerda que existe un método de depilación más cómodo que la cera. La depilación con láser es, actualmente, una solución económica, efectiva y duradera, con resultados visibles en apenas unas sesiones.