Relleno facial

Los rellenos faciales son muy populares en la estética facial. Se utilizan para corregir las arrugas, mejorar la simetría facial, dar volumen a los labios y mejorar la apariencia general del rostro. Son una alternativa menos invasiva y más económica a la cirugía estética y pueden ofrecer resultados inmediatos y naturales.

Origen de los rellenos faciales

La historia de los rellenos faciales se remonta a principios del siglo XX, cuando los cirujanos comenzaron a emplear materiales como la parafina y la silicona líquida para dar volumen a la piel. Sin embargo, estos materiales se asociaron con numerosos efectos secundarios graves, como inflamación, infecciones y desfiguración permanente. Con el tiempo, se desarrollaron materiales más seguros y efectivos para los rellenos faciales, como el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica.

En la actualidad, los rellenos faciales son uno de los procedimientos estéticos más populares en todo el mundo. A medida que la tecnología y la investigación continúan avanzando, es probable que los rellenos faciales sigan evolucionando y mejorando en el futuro.

Qué son los rellenos faciales

Los rellenos faciales son sustancias inyectables utilizadas en la estética facial para mejorar la apariencia del rostro. Estos materiales se inyectan debajo de la piel y pueden utilizarse para rellenar arrugas, líneas finas, mejorar la simetría facial y dar volumen a los labios.

Los rellenos faciales son una alternativa popular y menos invasiva a la cirugía estética. Aunque los rellenos faciales pueden tener algunos riesgos, como inflamación, hematomas, infecciones y desplazamiento del relleno, estos procedimientos son generalmente seguros y efectivos cuando se realizan por un profesional capacitado y con experiencia.

Tipos de rellenos faciales

Existen varios tipos de rellenos faciales disponibles en la actualidad, y cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas. Los tres tipos principales de rellenos faciales son temporales, semipermanentes y permanentes.

Rellenos temporales

Los rellenos temporales son los más comunes y están diseñados para durar entre seis meses y dos años. A medida que el cuerpo reabsorbe gradualmente los materiales inyectados, los resultados del tratamiento se desvanecen con el tiempo.

Los rellenos temporales pueden ser útiles para probar un tratamiento antes de comprometerse con una solución más permanente. Algunos ejemplos de rellenos temporales incluyen:

  • Ácido hialurónico. El ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en el cuerpo humano y que se utiliza para rellenar líneas finas y arrugas, dar volumen a los labios y mejorar la apariencia general de la piel. Este tipo de relleno facial es seguro, efectivo y puede durar hasta un año.
  • Hidroxiapatita cálcica. La hidroxiapatita cálcica es un mineral natural que se encuentra en los huesos humanos y se usa para estimular la producción de colágeno en la piel. Este tipo de relleno facial se emplea para rellenar las arrugas profundas y puede durar hasta 18 meses.
  • Colágeno. El colágeno es una proteína natural que se encuentra en la piel y se utiliza para corregir las arrugas y dar volumen a los labios. Sin embargo, el colágeno es menos común que el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica debido a su corta duración de alrededor de tres meses.

Rellenos semipermanentes

Los rellenos semipermanentes están diseñados para durar más tiempo que los temporales, generalmente entre dos y cinco años. Estos materiales son más densos y están diseñados para estimular la producción de colágeno en la piel.

Un ejemplo común de relleno semipermanente es el metacrilato de polimetilo (PMMA).

Rellenos permanentes

Los rellenos permanentes son sustancias que no se reabsorben en el cuerpo y están diseñados para durar varios años o incluso de por vida.

Aunque los rellenos permanentes pueden parecer una opción tentadora, pueden ser peligrosos debido a los posibles efectos secundarios a largo plazo. Algunos ejemplos de rellenos permanentes incluyen el metacrilato de polimetilo (PMMA) y la silicona líquida.

Procedimiento de relleno facial

Es un tratamiento no quirúrgico que se realiza en una clínica o consultorio médico. El proceso consta de varios pasos importantes que se describen a continuación.

  1. Durante la consulta, se discuten los objetivos del tratamiento, se evalúa la piel y se explican los diferentes tipos de rellenos faciales disponibles.
  2. Antes del tratamiento, se lleva a cabo la preparación de la piel. La piel se limpia y desinfecta con un antiséptico, y se puede aplicar una crema anestésica para reducir el dolor y la incomodidad durante el procedimiento.
  3. El relleno facial se inyecta debajo de la piel con una aguja fina en áreas específicas de la cara. El número de inyecciones necesarias varía según el tipo y la cantidad de relleno facial utilizado, así como el área tratada. La inyección puede tardar entre 15 y 30 minutos.

Los resultados de los rellenos faciales son inmediatos, aunque pueden aparecer algunos efectos secundarios temporales, como hinchazón, enrojecimiento, hematomas y sensibilidad en el área tratada. Estos efectos secundarios suelen desaparecer en unos pocos días, y se pueden aplicar compresas frías para reducir la hinchazón y la incomodidad.

Compromiso de calidad

Este texto sobre el relleno facial ha sido elaborado por redactores profesionales. Además, hemos recurrido a expertos de la medicina, la ingeniería y la estética como fuente de información, así como a estudios específicos para mantener la calidad de lo que publicamos.

En Sisneo Bioscience nos comprometemos a publicar información veraz y contrastada. Y a actualizarla o corregirla en cuanto haya nuevos conocimientos.

Entre otras, hemos utilizado las siguientes fuentes:

  • Donald W. Buck, Murad Alam, John Y.S. Kim. «Injectable fillers for facial rejuvenation: a review» en Journal of Plastic, Reconstructive & Aesthetic Surgery. Vol.62, Issue 1, 2009, 11-18, doi.org/10.1016/j.bjps.2008.06.036.
  • Erazo P.J, de Carvalho A.C; Alexander T. «Relleno facial con ácido hialurónico: Técnica de pilares y malla de sustentación» en Anales del Congresso FILACP , Quito-Ecuador, 2008.