Hidratación

La hidratación en un principio se consideraba que la suavidad y flexibilidad de la epidermis estaba en función de u contenido en grasas, procedentes del sebo cutáneo, por lo que se aplicaban cosméticos con grasas y aceites que dieron lugar a las primeras emulsiones emolientes.

Estudios posteriores pusieron de manifiesto que la elasticidad, la firmeza y el aspecto liso y satinado de la piel, caracteres visibles de las pieles jóvenes, dependen del contenido en agua del estrato córneo.

A partir de entonces la investigación se dirigió hacia el estudio de todos los procesos de pérdida de agua de la piel y a la búsqueda de sustancias capaces de retener el agua.

El agua circula continuamente desde los estratos profundos de la epidermis hasta la superficie, donde se evapora, dando lugar a lo que se conoce como perspiración insensible. Este proceso es importante en el contenido en agua del estrato córneo, pero depende de este estrato la retención o no del agua, que será menor cuanto más seco sea el aire del exterior.

¿Qué es la hidratación?

La hidratación es el acto de humedecer o mezclar con agua. Normalmente nos referimos a la hidratación para indicar la cantidad de agua que necesitamos los seres vivos para sobrevivir.

Los humanos necesitamos hidratarnos interna y externamente. Muchos de los alimentos que nos rodean tienen grandes cantidades de agua. La fruta y los vegetales pueden ayudarnos a hidratar el cuerpo y evitar los problemas asociados a la deshidratación.

La hidratación de la piel

Nuestra piel alberga el 20% del agua que tenemos en el cuerpo. De ahí que sea tan importante mantener la piel hidratada. Si nuestro cuerpo necesita agua para mantenerse sano, nuestra piel la necesita para mantener los niveles de hidratación adecuada.

La piel es la barrera que separa el medio externo de nuestro cuerpo. Es, por tanto, la única capa de seguridad que tenemos y es nuestro deber cuidarla. No hacerlo dará lugar a una piel más seca, con arrugas y envejecida. En realidad, es la capa córnea la que más sufre la falta de agua.

Además de la propia deshidratación natural, son diveros los agentes externos que pueden acelerarla, como el calor, los ambientes secos, la radiación solar, la contaminación, el tabaco y productos químicos.

El agua permite que la dermis mantenga su estructura, que las fibras de colágeno sigan aportando resistencia y la piel siga siendo elástica. La falta de hidratación se manifiesta por la sequedad, falta de elasticidad, falta de tono y arrugas.

Cómo hidratar la piel

Podemos beber agua, cumplir con el típico litro y medio por día, cumplir con una dieta saludable, hacer ejercicio y no abusar del sol,

Pero incluso con esto, tenemos que hidratar la piel de forma externa para conseguir revitalizarla y mantener el tono.

En una rutina diaria de cuidado es indispensable contar con productos hidratantes, sin necesidad de que existan síntomas de sequedad. Los humectantes y los emolientes son productos cosméticos con grandes propiedades hidratantes, gracias a su capacidad para retener o liberar el agua.

Por otro lado, podemos añadir productos que incluyan principios activos como el retinol, ácido hialurónico y antioxidantes como la vitamina C. Todos estos ayudan en la regeneración celular y en la retención de agua.

Como ya sabes, no todas las pieles son iguales, por lo que es posible que no sirva la misma rutina de higiene diaria para todas las personas. Es conveniente, por tanto, acudir a un especialista que pueda hacerte mejores recomendaciones basadas en tu tipo de piel.

Compromiso de calidad

Este texto sobre la hidratación ha sido elaborado por redactores profesionales y revisado por el equipo médico-estético de Sisneo. Además, hemos recurrido a expertos de la medicina, la ingeniería y la estética como fuente de información, así como a estudios específicos para mantener la calidad de lo que publicamos.

En Sisneo Bioscience nos comprometemos a publicar información veraz y contrastada. Y a actualizarla o corregirla en cuanto haya nuevos conocimientos.

Entre otras, hemos utilizado las siguientes referencias:

  • Farage MA, Miller KW, Berardesca E, Maibach HI. «Clinical implications of aging skin: cutaneous disorders in the elderly» en American Journal of Clinical Dermatology. 2009;10(2):73-86.
  • Verdier-Sévrain S, Bonté F. «Skin hydration: a review on its molecular mechanisms» en J Cosmet Dermatol. 2007 Jun;6(2):75-82. doi: 10.1111/j.1473-2165.2007.00300.x. PMID: 17524122.