El ácido poliláctico, conocido como PLA por sus siglas en inglés, es un polímero biodegradable y biocompatible derivado del ácido láctico. El ácido láctico se obtiene a través de la fermentación de azúcares naturales, como el almidón de maíz o la caña de azúcar, por bacterias ácido-lácticas.
Qué es el ácido poliláctico
El PLA es un tipo de polímero termoplástico, lo que significa que se puede moldear fácilmente cuando se calienta y se enfría rápidamente. Esta propiedad hace que el PLA sea ampliamente utilizado en aplicaciones de fabricación, como la impresión 3D, películas y revestimientos, envases desechables, productos médicos y textiles.
Una de las principales ventajas del PLA es su capacidad para degradarse de forma natural y segura en el medio ambiente. A través de un proceso de compostaje industrial, puede descomponerse en dióxido de carbono y agua en un período de tiempo relativamente corto. Esto lo convierte en una opción popular para reducir el impacto ambiental de los productos de plástico convencionales.
También tiene aplicaciones en la medicina, como suturas y dispositivos de liberación controlada de fármacos. Su biocompatibilidad y capacidad para degradarse en el cuerpo humano sin dejar residuos tóxicos lo hacen adecuado para diversos usos médicos.
Ácido poliláctico en medicina estética
En el sector de la medicina estética, el ácido poliláctico se utiliza como relleno dérmico o bioestimulador para tratar arrugas, líneas de expresión y la pérdida de volumen facial. A continuación se detallan dos aplicaciones principales del PLA en este sector:
- Como relleno dérmico, el PLA se inyecta en la piel para tratar arrugas y líneas finas. Tiene apariencia de gel y consigue restaurar el volumen y la firmeza perdidos por el avance del envejecimiento celular. El gel está formado por microesferas que son las que suministran apoyo estructural. Además, estimula la producción de colágeno. Al ser biodegradable, es reabsorbido por el cuerpo y el colágeno recién creado ocupa el espacio que deja el gel.
- El ácido poliláctico también se utiliza para realizar un lifting sin cirugía mediante inyecciones en zonas específicas del rostro. Con ellas, se pretende tensar la piel para mejorar su apariencia. Al igual que en la aplicación anterior, el PLA estimula la producción de colágeno a largo plazo, lo que contribuye a una piel más firme y rejuvenecida.
El uso de PLA en estética y medicina estética también tiene la ventaja de ser un material biocompatible y biodegradable. Esto significa que se reduce el riesgo de reacciones adversas y complicaciones a largo plazo. Sin embargo, a diferencia de algunos rellenos dérmicos de acción rápida que proporcionan resultados visibles de inmediato, los resultados con PLA pueden ser más graduales. Puede llevar varias semanas o incluso meses para que se observe una mejoría significativa a medida que se estimula la producción de colágeno.
El PLA es efectivo en casos en los que el objetivo es la pérdida de volumen y mejorar la textura de la piel. Pero podría no ser la mejor opción para áreas donde se requiere una corrección más profunda de arrugas o pliegues.
En cualquier caso, la elección del relleno dérmico dependerá de la valoración del profesional, ya que otros productos como el ácido hialurónico también tienen sus desventajas.
Compromiso de calidad
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Entre otras, hemos utilizado las siguientes fuentes:
- Iris Rosalía Campozano Mendoza y María Antoniera Riera. «Ácido poliláctico: una revisión de los métodos de producción y sus aplicaciones» en Publicaciones en Ciencias y Tecnología. 2022 Enero-junio vol.16 n.1. pp 42-53. doi: /10.5281/zenodo.6908007
- Herryman Munilla, Maribel y Blanco Carracedo Gladys. «Ácido láctico y poliláctico: Situación actual y tendencias» en ICIDCA. Vol. XXXIX, no. 1, 2005, pp.49-59. Redalyc https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=223120659007