El embarazo provoca grandes cambios físicos en el cuerpo de las mujeres, que pueden causar flacidez, pérdida de elasticidad de la piel, estrías y varices.
Hay que tener en cuenta que la piel de la mujer va a verse sometida a un estrés importante. Se van a estirar la zona del vientre y los pechos, lo que puede provocar que la piel tarde en volver a su posición. También se ven afectados los músculos pélvicos y aparecen manchas y arrugas.
Así que tras dar a luz, algunas mujeres deciden llevar a cabo tratamientos estéticos para acelerar la recuperación.
Tratamientos post parto
Pero para saber qué tratamientos van a tener efecto o son más indicados tras el parto, primero debes entender y conocer qué le va a ocurrir al cuerpo de la mujer una vez haya dado a luz y qué otras soluciones pueden aportar.
¿Qué cambios afronta el cuerpo en el embarazo?
En primer lugar, hay que tener en cuenta el nivel de estrés que producen, no sólo el embarazo y el parto, sino también los días posteriores y la lactancia materna. Cada bebé es un mundo, así que en función de su comportamiento y de la demanda que requiera, permitirá descansar más o menos a sus padres.
Dejando a un lado el estrés, físicamente la mujer tendrá:
- Retención de líquidos: es uno de los problemas más comunes durante el embarazo. Ocurre por el aumento en el nivel de las hormonas y la disminución de la circulación de la sangre.
- Grasa localizada: la acumulación de grasa suele darse comúnmente en las piernas, caderas, muslos y en el vientre. El aumento de peso y la retención de líquidos potencian estos acúmulos.
- Estrías: las estrías aparecen durante el embarazo por el estiramiento de la piel. Habitualmente lo hacen en el pecho, el vientre y las caderas.
- Arrugas: los cambios hormonales también favorecen la aparición de arrugas debido a la retención de líquidos y la pérdida de elasticidad de la piel.
- Flacidez: es uno de los efectos más llamativos y desagradables del embarazo, puesto que afecta a varias partes del cuerpo, por el estiramiento de la piel, el aumento de peso y los cambios hormonales.
Ante los cambios que se avecinan en el cuerpo de la mujer, sería también recomendable iniciar antes del parto actividades y rutinas que puedan ayudar a que la recuperación sea más rápida.
Por ejemplo, una dieta equilibrada y rica en nutrientes servirá para darle al bebé todos los nutrientes necesarios, pero también para recuperar, mantener o mejorar la salud y la energía después del parto.
Los ejercicios de Kegel, que pueden realizarse en cualquier momento de la vida, fortalecen los músculos del suelo pélvico y ayudan a prevenir incontinencia y otros problemas relacionados con el parto.
Después del parto, el descanso es también esencial para reducir el dolor y la inflamación. Y la fisioterapia ayuda a recuperar la función muscular y a reducir el dolor. También tras el parto, es muy importante realizar ejercicios hipopresivos, que ayudan a recuperar la musculatura pélvica y abdominal.
Tratamientos estéticos tras el parto
Con esta perspectiva, después del parto cualquier mujer puede plantear someterse a un tratamiento estético que le ayude a devolver la piel a su posición. No obstante, llevar una vida saludable será mucho más importante, tanto con tratamientos como sin ellos.
No fumar, no beber, comer bien, hidratar la piel y hacer ejercicio, aunque sea suave, ayudan al cuerpo a regenerarse, combate los radicales libres y predispone al cuerpo a una recuperación más sencilla.
En principio, el objetivo principal de los tratamientos estéticos tras el parto es el de reafirmar la piel, mejorar la flacidez y reducir tanto las arrugas como las manchas.
¿Cuánto esperar para iniciar un tratamiento?
En principio no hay un período de espera, por lo que se tendrá en cuenta es el estado físico de cada persona y su recuperación. Teniendo esto en cuenta, se considera que una mujer empieza a estar en buenas condiciones tras el parto a partir de la sexta semana.
¿Quién decide cuándo una mujer está preparada para iniciar un tratamiento estético? Pues el médico. El mejor consejo es esperar a que el cuerpo esté en condiciones y no adelantarse, lo que podría traer consigo algún problema.
Si se decide optar por la lactancia materna, hay que comunicarlo porque algunos tratamientos son incompatibles con ello.
Para mejorar la flacidez
Para recuperar el tono y reafirmar la piel, debemos optar por tratamientos que potencien la producción de colágeno, que es la proteína que se encarga de mantener la estructura de la piel.
Como tratamientos tras el parto podemos escoger reafirmantes como la radiofrecuencia. Así podemos mejorar la tensión de los tejidos tanto en tratamientos reafirmantes, como para combatir las estrías y la grasa localizada. Mediante ondas electromagnéticas consigue mejoras en el tejido graso con calor.
Lo mejor de ese tratamiento es que no produce dolor y no son necesarias muchas sesiones para notar efectos positivos.
Para la grasa localizada
En el caso de la grasa localizada, existen diferentes tratamientos que podemos utilizar.
- La electroporación se vale de ondas para introducir potentes principios activos que actúan en las capas más profundas de la piel. En el caso de la grasa localizada tras el embarazo, con la electroporación, se consigue reducir el volumen de grasa con activos lipolíticos y antiinflamatorios, que actúan drenando y definiendo el tejido.
- La presoterapia también puede ayudar a reducir la grasa localizada ya que su función es drenante. Activa la circulación sanguínea y el sistema linfático, a través de donde elimina los residuos. Esto favorece la regeneración celular.
- La principal función de la cavitación es eliminar la grasa localizada a través de ultrasonidos. Destruye las células de grasa y estas son eliminadas posteriormente a través de la circulación linfática. El HIFU actúa igual que la cavitación pero en este caso elimina la grasa provocando quemaduras.
- Los masajes o el drenaje linfático, también ayudarán a reducir los cúmulos de grasa en zonas como el abdomen, las piernas y las caderas.
Para la caída de pelo
Los cambios hormonales también pueden motivar la caída del pelo tras el parto. Es un problema estético para muchas mujeres, que puede tratarse con productos capilares, masajes, algunos suplementos vitamínicos o tratamientos estéticos.
El objetivo de los tratamientos para evitar la caída del pelo es no sólo frenar la caída, si no activar la producción del folículo piloso para que el pelo vuelva a crecer.
Como decíamos al principio, cada mujer tendrá unas necesidades específicas, por lo que los tratamientos tras el parto deberá indicarlos un profesional a partir del análisis del estado de la piel.