La grasa localizada es la más difícil de eliminar, incluso con deporte y buena alimentación. Todos queremos mejorar nuestro cuerpo, pero para ello precisamos constancia con el ejercicio físico, la alimentación y mucha paciencia.
En ocasiones, la zona de donde queremos reducir volumen es la última que se reduce y la primera en engordar cuando bajamos el nivel de ejercicio o suavizamos la dieta.
Por otro lado, con las dietas destinadas a eliminar las zonas rebeldes de grasa se pierde tono muscular, aumentando la flacidez.
¿De qué depende la acumulación de grasa?
Para saber por qué almacenamos grasa en nuestro cuerpo, debemos entender cómo funciona nuestro organismo y aprender un poco de biología.
La grasa es el modo natural de acumular el exceso de energía. Los adipocitos son células llenas de grasa donde más del 75% del volumen de las mismas está compuesto por triglicéridos.
El mecanismo de acumulación de energía produce los triglicéridos, compuestos por tres cadenas de ácidos grasos y una molécula de glicerol. Es una forma muy estable de acumular energía en el interior de los adipocitos.
Tipos de grasa
La grasa que puedes pellizcar o agarrar es la subcutánea. Y la que no vemos es la grasa visceral. La función de esta última es proteger a nuestros órganos, pero en exceso puede suponer un problema, ya que puede incrementar el riesgos a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Las zonas del cuerpo donde más grasa se acumula es la barriga. En los hombres también se acumula alrededor del abdomen y en la parte baja de la espalda. Es lo que conocemos como el flotador.
En las mujeres, por su parte, la grasa suele acumularse en las caderas y los muslos, aunque en este caso suele estar relacionado con su naturaleza y los cambios hormonales.
- Grasa parda. Es la destinada a la producción de calor. Se activa con el frío, pero con el frío generalizado. Si pasamos más frío logramos quemar más grasa y que el cuerpo destine más grasa a grasa parda y menos a grasa subcutánea.
- Grasa intramuscular. Se encuentra en la parte interna del músculo y tiene por función dar energía a las células musculares. Aumenta con la edad y la podemos eliminar fácilmente con el ejercicio físico.
- Grasa visceral. Es la grasa más peligrosa, típica de los hombres, que se acumula alrededor de los órganos y puede llegar a interferir con su funcionamiento.
- Grasa subcutánea. Se encuentra bajo la piel y representa generalmente el mayor porcentaje de grasa de nuestro organismo. La distribución de la grasa subcutánea en el cuerpo depende principalmente de tu genética y sexo.
Causas de la acumulación de grasa
Hay que tener en cuenta que la acumulación de grasa aumenta según cumplimos años, ya que no somos capaces de quemar grasa del mismo modo y consumimos menos energía.
En cualquier caso, en la acumulación de grasa entran en juegos otros factores:
- Genéticos: la herencia genética recibida influye en la forma de nuestro cuerpo y es algo que no podemos evitar. Por eso es clave, cuando se quiere perder grasa, acudir a especialistas que pueden realizar una análisis. Seguro que conoces a alguien que ya puede comer durante todo el día, que no engorda. Pues esto es genética.
- Históricos: la alimentación y el tipo de vida que hemos llevado, repercute en la cantidad de grasa que se ha acumulado en ciertas partes del cuerpo. Y esta grasa será la más difícil de eliminar por una cuestión orgánica, ya que el cuerpo no está hecho para quemar grasa. De ahí que sea tan importante cuidar la salud desde edades tempranas. De forma natural, la grasa es un componente esencial, como reserva energética y como protector de los órganos.
- Biológicos: está demostrado que la ansiedad y el estrés actúan de forma contraria al proceso de quema de grasa, al aumentar los niveles de cortisol.
¿Por qué hay grasa localizada?
Los adipocitos tienen receptores de membrana, en este caso nos interesan los receptores alfa 2 y los beta 2, responsables de la acumulación de grasa y de la liberación de la misma.
En un adipocito estándar tendríamos una cantidad igualada de receptores alfa 2 y beta 2. Sin embargo, hay adipocitos con más receptores de un tipo que de otro, haciendo secuencial la pérdida de grasa.
La lipogénesis, que es la ganancia de grasa, se regula por la hormona insulina. Activa los receptores Alfa-2 haciendo que el adipocito acumule grasa.
Mientras que la lipólisis, que es la pérdida de grasa, se regula por las catecolaminas, adrenalina y noradrenalina. Activa los receptores Beta-2 haciendo que el adipocito libere grasa.
Si ambas hormonas están altas gana la insulina. De este modo, mientras la insulina se mantenga alta la grasa permanecerá.
Eliminar grasa localizada
Antes de continuar, ha de quedarte claro que la grasa localizada es muy difícil de eliminar, aunque sigas una alimentación equilibrada y hagas mucho deporte. Por tanto, antes de iniciar este proceso debes entender que es largo y obedece al comportamiento natural del cuerpo.
Puedes obtener avances y de pronto, no conseguir reducirla más. Cuando esto ocurra, debes recordar que esa grasa puede llevar mucho tiempo almacenada o influye la genética.
La mejor forma para quemar grasa localizada
El deporte, sin un control de la alimentación, no servirá para reducir la grasa localizada. Sin embargo, al combinar ambos, lo que logramos es movilizarla y que sea eliminada a través de procesos naturales del organismo.
En cualquier caso, como hemos visto, incluso con esto será muy difícil eliminar la grasa rebelde. Para ello hace falta constancia y, a veces, ni eso servirá. Por ello muchas personas optan por tratamientos estéticos.
En la liposucción, que es un procedimiento invasivo, se utilizan cánulas a través de la piel para aspirar la grasa almacenada. Se trata del único procedimiento estético que realmente quita la grasa sin esfuerzo, aunque nada puede asegurar que se extraiga toda la grasa o el mismo nivel de esta en todas las zonas.
Tratamientos para eliminar grasa localizada
Cuando la alimentación y el deporte no consiguen eliminar la grasa localizada, la única vía que queda es la cirugía y ciertos tratamientos de medicina estética.
La liposucción, ya mencionada, exige entrar en quirófano, mientras que los siguientes son procedimientos no invasivos que exigen un esfuerzo por parte de la persona que busca eliminar la grasa. Los resultados son visibles en pocas sesiones si van acompañados por una constancia, tanto con el ejercicio como con la alimentación. Sólo deberían ser utilizados cuando la acumulación no sea excesiva.
- Radiofrecuencia: las ondas ultrasónicas de baja frecuencia destruyen el adipocito liberando la grasa. Y las ondas ultrasónicas de alta frecuencia estimulan la producción de noradrenalina, generando lipólisis inducida. Las ondas de choque abren los capilares linfáticos, drenando la grasa liberada.
- Cavitación: la cavitación, aunque ya no está tan de moda, es uno de los tratamientos estéticos más efectivos para la reducción de la grasa corporal. Mediante la presión consigue romper las células grasas, que posteriormente son eliminadas naturalmente.
- Electroporación: con la electroporación podemos introducir principios activos en capas profundas de la piel, sin necesidad de inyecciones, con diferentes objetivos. En el caso de la pérdida de grasa localizada, podemos introducir activos como el Coleus Forskohlii Root Extract, que potencia la lipólisis de grasa corporal. En Sisneo, además añadimos activos drenantes, que permiten eliminar el hinchazón producido por la retención de líquidos, como el Fucus Vesiculosus Extract, la hiedra y la cafeína.
- Criolipólisis: últimamente está de moda este procedimiento cuyo metodología consiste en eliminar las células de grasa con el frío. Si esto fuese cierto, si vamos a Sierra Nevada en enero, podríamos adelgazar simplemente quitándonos el abrigo.