Las cicatrices son historias que quedan como marcas en nuestro cuerpo. Son el recuerdo de cortes, caídas, acné, accidentes o enfermedades, que nuestro organismo trata de reparar de forma natural sustituyendo la piel afectada gracias a la fibrina y el colágeno.
Se calcula que entre el 10% y el 15% de la población tiene cicatrices, pero no todas las personas quieren guardar esos recuerdos escritos y prefieren buscar formas de eliminar la cicatriz.
¿Se puede eliminar una cicatriz? Los mejores tratamientos para eliminar cicatrices realmente no hacen desaparecer la marca, pero la diluyen o disimulan mejorando su apariencia.
Cómo afectan las cicatrices
Normalmente, las cicatrices son pequeñas y no suelen molestar, pero siempre son diferentes al resto de la piel ya que en el tejido cicatricial no crece vello y tampoco tiene células formadoras de pigmento ni glándulas sebáceas. De ahí la diferencia de color.
Debido a esas diferencias, a algunas personas pueden resultarles molestas e incluso dolorosas, y también afectarles diariamente por su ubicación. Las más visibles son las localizadas en los brazos, las piernas y la cara. En función de la herida, la curación y la piel de cada persona, la cicatriz tendrá un color y forma diferente.
En un mundo ideal, las cicatrices deberían tratarse desde el momento en el que se produce la herida. Es muy importante escoger el tratamiento adecuado, por ello es vital confiar en profesionales que realicen un estudio previo antes de actuar.
Cómo eliminar cicatrices
En general, no solemos tratar nuestras cicatrices porque son pequeñas o no nos importa tenerlas, pero cuando son más grandes, profundas, antiestéticas o han sido provocadas por graves quemaduras o una intervención quirúrgica, empleamos métodos de curación como el vendaje compresivo, el gel de silicona y las pomadas.
El vendaje y el gel de silicona (mediante apósitos) exigen un aplicación más duradera de entre 3 y 8 meses. Actúan directamente sobre la cicatriz para aumentar la hidratación de la cicatriz y así conseguir un mejor cicatrización.
Con las pomadas, aplicadas con un suave masaje, conseguimos potenciar la regeneración de la piel, aumentar la elasticidad y recuperar el tono de la piel.
Tratamientos para las cicatrices
Actualmente, las cicatrices antiguas y las cicatrices nuevas, pueden ser tratadas para mejorar su aspecto. Es importante destacar que no pueden ser eliminadas de ninguna manera, al menos con los conocimientos y equipamientos vigentes.
Mediante cirugía, se realizan precisas escisiones en la piel para eliminar la cicatriz y crear una nueva a partir de un tejido sano. No obstante, existen otros métodos que no son invasivos.
- Láser: se aplica sobre todo a cicatrices más severas, procedentes del acné, de procesos quirúrgicos o quemaduras. Es un método efectivo no invasivo. Lo que hace el láser es aplicar calor para eliminar las capas superficiales de la piel, creando pequeñas heridas para estimular la formación de nuevo colágeno y así reparar los tejidos de forma natural.
Se trata de un tratamiento sencillo pero agresivo, que suele arrojar resultados bastante efectivos, visibles unos meses después, cuando el colágeno hace efecto. - Inyección de corticoides: la infiltración de corticoides directamente en la zona afectada reduce la inflamación y estimula la producción de colágeno y matriz extracelular por parte de los fibroblastos. Se emplea en cicatrices queloides e hipertróficas.
- Ácido hialurónico: en ocasiones se inyecta bajo la cicatriz para rellenar la dermis igualar el nivel de la piel y que desaparezcan los surcos provocados en cicatrices más profundas.
- Electroporación: mediante la electroporación, conseguimos introducir principios activos en capas profundas de la piel, sin necesidad de cirugía ni inyecciones. Podemos usar activos con función de relleno, como el ácido hialurónico, que permitiría igualar la cicatriz respecto al resto de la piel. Con la L-Carnitina lograríamos activar la actividad antifibrótica, logrando resultados destacables con cicatrices superficiales.
- Bótox: también se ha utilizado para el tratamiento de cicatrices, porque ayuda reducir la tensión de la piel.
- Radiofrecuencia: se puede emplear la radiofrecuencia en casos de cicatrices leves, tratando de romper las adherencias o fibrosis que presentan este tipo de cicatrices. Así conseguimos mejorar la elasticidad, la hidratación y la oxigenación del tejido.
- Peelings: la limpieza profunda con exfoliantes en peelings ayuda a eliminar las células viejas que forman la cicatriz. Al crear diminutas abrasiones, esta piel es reemplazada por otra nueva. Este tratamiento sólo serviría con pequeñas cicatrices.
Como decíamos al principio, la clave para un buen resultado es el análisis de la cicatriz y la combinación de tratamientos. Al mismo tiempo, se pueden utilizar productos cosméticos con aceite de rosa mosqueta, centella asiática, aceite de papaya, extractos marinos y vitaminas A, D, E y C. Tienen efectos regeneradores, hidratantes, antioxidantes y favorecen la elasticidad.
Además, también puedes cuidar tus cicatrices evitando la exposición solar directa después de la lesión, ya que de lo contrario puede adoptar un tono más oscuro.
También han de limitarse las acciones que provocan el estiramiento de la herida y prevenir su infección.