¿Es efectiva la cavitación? Sí, rotundo. La cavitación es eficaz contra la celulitis y para eliminar la grasa localizada. Vamos a justificar esta respuesta.
A estas alturas ya sabemos que en este sector, el de la medicina estética, podemos encontrar grandes equipos, pero también muchos engaños. Hay un gran desconocimiento y seguramente por ello se desconfía tanto.
La mejor manera de evitar engaños es informarse, aunque reconocemos que a veces puede resultar tedioso, sobre todo por la falta de información por parte de los fabricantes.
En el caso de la cavitación, se trata de una tecnología con una sólida trayectoria. No es un tratamiento nuevo, surgido de la nada. Estamos hablando de una técnica cuyos beneficios están demostrados en diferentes estudios que iremos citando a lo largo de este artículo.
¿Cómo funciona la cavitación?
En primer lugar, vamos a tratar de desentrañar el funcionamiento de la cavitación.
Imagina que vas a una fiesta y empiezas a inflar globos hasta que estallan. Ahora, piensa que esos globos son burbujas de aire dentro de un líquido. Pues ahí tienes reflejado lo que pasa durante una sesión de cavitación.
Los ultrasonidos emitidos por el equipo de cavitación llegan, a través de la piel, hasta las células de grasa acumuladas. Las ondas forman las burbujas dentro del líquido que rodeas las células grasas. Estas burbujas crecen y crecen, hasta que se rompen. Y al hacerlo, la fuerza generada rompe las paredes de las células.
La grasa que hay dentro de las células queda liberado y acaba siendo transportado y eliminado por el sistema linfático y el hígado.
Visto así, parece muy sencillo deshacerse de la grasa localizada en zonas como el abdomen, los muslos y los glúteos. Pero no es tan sencillo.
La cavitación da resultados reales
Sí, afortunadamente, contamos con una amplia variedad de estudios que confirman que la cavitación arroja los resultados que predica. Por ejemplo, en un estudio¹ del año 2013 sobre los efectos de la cavitación, la conclusión es que «la cavitación por ultrasonido indujo una reducción estadísticamente significativa en el tamaño de los adipocitos, (…). Clínicamente, el tratamiento con ultrasonido provocó una reducción significativa de la grasa abdominal.»
En el año 2020, en la Universidad de El Cairo, llevaron a cabo otro estudio² comparando los resultados de la cavitación y de la radiofrecuencia al tratar a mujeres después de dar a luz. La conclusión fue la ya sabida, que ambas técnicas son efectivas para el tratamiento de la obesidad abdominal, pero que la cavitación por ultrasonido es más efectiva en la reducción del espesor de la grasa abdominal.
En Sisneo, siempre recomendamos la combinación de tratamientos para obtener resultados superiores. Pues bien, en otro estudio³, del año 2022, lo que hicieron fue analizar el resultado obtenido mediante la combinación de la cavitación y la radiofrecuencia. Formaron dos grupos, unos recibieron cavitación y otros cavitación y radiofrecuencia. La conclusión final fue que la combinación de ambas técnicas «generó una reducción de la adiposidad localizada superior al uso aislado de ultracavitación».
Cómo potenciar el resultado de la cavitación
Una vez la máquina ha hecho su labor, ahora es responsabilidad de la persona tratada terminar con el trabajo. Esa grasa que ha quedado liberada, es parcialmente eliminada de forma natural por el organismo, pero otra parte necesita algo de ayuda.
- La mayor parte de la grasa liberada se elimina a través del sistema linfático. Este sistema es como una red de desagüe del cuerpo, encargada de transportar líquidos y residuos desde los tejidos hacia la sangre. La grasa liberada se convierte en triglicéridos, que son transportados por la linfa hasta el hígado.
- En el hígado, los triglicéridos son procesados y convertidos en energía, o son excretados a través de la bilis. Posteriormente, la bilis transporta estos residuos a los intestinos, donde se eliminan del cuerpo a través de las heces.
Una parte de la grasa puede no ser eliminada inmediatamente y ser reabsorbida por el cuerpo si no se toman medidas adicionales. Esto ocurre porque el cuerpo siempre está en un estado de equilibrio y puede volver a almacenar la grasa liberada si no se utiliza adecuadamente.
- Para evitar que sea reabsorbida, hay que beber mucha agua (unos 2 litros al día) para ayudar a mantener el sistema linfático en buen funcionamiento, facilitando la eliminación de toxinas y grasas liberadas.
- El ejercicio regular también ayuda a aumentar el metabolismo y promueve la utilización de la grasa liberada como fuente de energía. Actividades como caminar, correr, nadar o cualquier ejercicio cardiovascular pueden ser muy beneficiosas.
- Las sesiones de masaje de drenaje linfático pueden ayudar a acelerar la eliminación de grasa liberada.
- Una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas puede ayudar a evitar la reabsorción de grasa y mejorar la eficiencia del metabolismo del cuerpo para eliminar los triglicéridos.
- Continuar con los tratamientos de cavitación y combinarlos con otras técnicas como la radiofrecuencia o la mesoterapia puede tanto evitar la reabsorción como potenciar los resultados.
Bibliografía
- Bani D, Quattrini Li A, Freschi G, Russo GL. Histological and Ultrastructural Effects of Ultrasound-induced Cavitation on Human Skin Adipose Tissue. Plast Reconstr Surg Glob Open. 2013 Oct 7;1(6):e41. doi: 10.1097/GOX.0b013e3182a7f222. PMID: 25289235; PMCID: PMC4174158.
- Assim, Yasmin & El-Aziz, Khadiga & Elrefaye, Ghada & Youssef, Ashraf. (2020). Effect of ultrasound cavitation versus radiofrequency on abdominal fat thickness in postnatal women. Eurasian Journal of Biosciences. 14. 3337-3347.
- da Silva RMV, Santos JC, de Carvalho WLM, de Vasconcellos LS, de Castro ABF, Borges FDS, Carreiro EM, Meyer PF. Effects of Ultracavitation and Radiofrequency on Abdominal Adiposity. J Clin Aesthet Dermatol. 2022 Jan;15(1):E66-E71. PMID: 35309273; PMCID: PMC8903231.