La cavitación y los ultrasonidos se emplean habitualmente como tratamientos médico-estéticos para eliminar o reducir grasa localizada. Ultrasonidos y cavitación vienen a ser lo mismo, así que la diferencia técnica entre ambas es mínima.
Lo primero que debes saber es que los ultrasonidos se llaman así porque están fuera del rango de audición humana, que aproximadamente llega a 20khz. Es decir, no somos capaces de escucharlo todo lo que supera esa medición, ni siquiera cuando somos jóvenes.
Ultrasonidos y cavitación: la diferencia
Los ultrasonidos son ondas de sonido de alta frecuencia que se utilizan para varios fines, como en la medicina para hacer ecografías, en la industria para la limpieza y en la investigación.
Y, por otro lado, la cavitación es un efecto que se produce cuando se utilizan ultrasonidos en un líquido. Se trata de un fenómeno que ocurre cuando las ondas de sonido se utilizan para romper las burbujas de aire o gases en un líquido. Esto puede tener aplicaciones en la industria alimentaria, farmacéutica, cosmética y de procesamiento de materiales, entre otras.
La diferencia entre ultrasonidos y cavitación es que los primeros utilizan ondas de alta frecuencia, mientras que la cavitación usa ondas de baja frecuencia. «¿Pero no decías antes que los ultrasonidos son de alta frecuencia?» Sí, así es. Pero dentro de la alta frecuencia, podemos encontrar ultrasonidos de 40khz (considerado baja frecuencia) y también equipos como los ecógrafos que utilizan frecuencias de entre 1Mhz y 20Mhz.
Cuanto mayor es la frecuencia utilizada, menor es la capacidad de penetración de los ultrasonidos en el tejido graso.
Diferencia entre cavitación e HIFU
La cavitación es excelente para la reducción de grasa localizada y la remodelación corporal, mientras que el HIFU es una tecnología que destaca por rejuvener la piel.
El HIFU utiliza ultrasonidos de alta intensidad focalizados en un punto específico bajo la piel. Esto genera un calentamiento localizado que provoca una coagulación térmica en las capas profundas de la piel y en los tejidos subcutáneos, estimulando la producción de colágeno y elastina.
La cavitación es más efectiva para personas que buscan eliminar depósitos de grasa persistentes y mejorar la silueta corporal sin someterse a una cirugía. Por su parte, el HIFU tiene como resultado un efecto lifting sin cirugía, especialmente para combatir los primeros signos del envejecimiento. Es más efectivo en personas con una flacidez leve a moderada de la piel.
Cavitación y ultrasonidos para eliminar grasa localizada
Cavitación y ultrasonidos se rigen bajo el mismo fundamento de acción, ya que se valen del uso de las ondas sonoras a través del tejido graso para destruir células grasas. La gran diferencia es la variación de frecuencia.
En estética, se valen de tres efectos para destruir los adipocitos:
- Uno movimiento mecánico que provoca un aumento en la permeabilidad de las membranas celulares y facilita la rotura del contenido graso.
- Otro térmico, consecuencia del efecto mecánico, que produce un aumento de la temperatura.
- Y un efecto químico que modifica la estructura de la grasa, para hacerla más líquida y facilitar su eliminación.
Qué es la cavitación
La cavitación emplea ultrasonidos a baja frecuencia y potencia alta. El equipo de cavitación de Sisneo, mediante las ondas consigue crear un efecto burbujas en las células de grasa presentes en el cuerpo. Finalmente estas estallan y liberan su contenido en el cuerpo, que es eliminado por el sistema linfático y el hígado.
La cavitación está considerada más efectiva que los ultrasonidos cuando lo que se quiere es reducir la grasa localizada en áreas específicas del cuerpo. Precisamente porque lo que consigue es romper la célula y liberar la grasas y la lipasa.
¿Cómo funcionan los ultrasonidos?
Técnicamente, lo que hacen los ultrasonidos es emitir ondas sonoras de alta frecuencia mediante un transductor, que puede ser dirigido a un objeto o a un material específico. A continuación, esas ondas sonoras son reflejadas por el objeto y capturadas por el transductor, lo que permite determinar algunas características de ese objeto, como puede ser su densidad, tamaño y posición.
Los ultrasonidos se aplican en el cuerpo con un cabezal, que puede ser diferente según cada fabricante. Este se mueve por la zona a tratar, de forma circular y consiguiendo una mejora en el metabolismo local.
Por tanto, los ultrasonidos, se utilizan para estimular, tensar y aumentar el metabolismo local vía aumento de temperatura.
Con los ultrasonidos focalizados (HIFU) se concentra la emisión para generar un quemadura. Se utiliza para eliminar grasa generando lesiones en el tejido graso, liberando el contenido y siendo eliminado mediante drenaje linfático. Además, esta técnica favorece la creación de una estructura que reafirme y tense el tejido.
Como ya hemos hecho en otros artículos, recomendamos ponerse en manos de profesionales antes de realizar cualquier tratamiento y tener en cuenta que todos estos tratamientos funcionan si están acompañados de una vida saludable. La cavitación y los ultrasonidos no pueden hacer adelgazar a las personas. Es más, están contraindicados en persona con problemas de peso y obesidad.