La piel, de forma natural, se renueva al desprenderse de las células que mueren en la epidermis, la capa más externa.
Pero, como ya sabemos, con el paso de los años nuestro cuerpo empieza a perder capacidades y una de ellas es la de la renovación celular. A partir de una edad, comienza a no poder eliminar todas las células muertas, lo que podría provocar problemas de hidratación, que inevitablemente harán que nuestra piel parezca más fatigada y por tanto más envejecida.
Así pues, mediante la exfoliación conseguimos oxigenar la epidermis al retirar y limpiar la epidermis, la capa donde quedan estos restos.
¿Qué es la exfoliación?
La exfoliación se utiliza para eliminar las células muertas de la piel, lo que permite potenciar la renovación celular para que la piel presente mejor apariencia. Se trata de un proceso manual con el que vamos a lograr una aspecto más terso y preparamos la piel para que los tratamientos con principios activos aplicados posteriormente tengan una efecto más positivo.
Al exfoliarnos conseguimos eliminas todas las células, limpiar la piel de impurezas y estimular la circulación sanguínea, con todas las consecuencias que trae consigo.
Normalmente, cuando hablamos de exfoliación nos referimos al rostro, pero también es recomendable aplicar exfoliante corporal para eliminar esas impurezas que quedan en la capa más superficial de la piel.
Tipos de exfoliación
En función de la profundidad necesaria, podemos escoger entre tres tipos de exfoliación.
- Exfoliación química. Para llevar a cabo esta exfoliación se utilizan productos de origen químico, que actúan descomponiendo las células muertas de la piel. La exfoliación se produce al aplicar el producto sobre la cara o el cuerpo. Se utilizan alfa hidroxiácidos y beta hidroxiácidos
- Exfoliación mecánica. En la exfoliación mecánica se emplean productos que eliminan las células muertas mediante un frote suave de la piel, ya que se emplea en la capa más externa. Este tipo de exfoliación puede ser realizada en casa.
El peeling químico también es un tipo de exfoliación mecánica que permite alcanzar zonas menos superficiales.
Cómo usar un exfoliante paso a paso
La exfoliación ha de formar parte de la rutina diaria de cuidado del rostro. No obstante, cuando hemos estado expuestos a agentes externos como a la exposición solar, es recomendable llevarla a cabo también de forma corporal.
Exfoliante facial
A la hora de usar un exfoliante facial, debemos tener en cuenta que la piel del rostro es sensible, así que no podemos aplicar una gran intensidad.
Antes de hacer nada, hay que limpiar la cara y dejarla húmeda. El producto lo extenderemos con movimientos suaves y circulares. Finalizado el procedimiento, retirar con agua y nunca utilizar una toalla o papel sin haber limpiado la cara.
Este protocolo es interesante realizar una vez por semana o alargar la repetición si la piel es más sensible.
Exfoliante corporal
En el cuerpo, las zonas con mayor necesidad de exfoliar, son los brazos, los codos, los pies y las piernas. Se aplica el exfoliante y se reparte mediante movimientos circulares. No hace falta que sean tan suaves como en la cara.
Los productos exfoliantes para el rostro no tienen porqué servir también para el cuerpo, dependerá de la concentración. Infórmate antes. Con los movimientos circulares además activamos la circulación.
Es mejor evitar las zonas más sensibles del cuerpo, como puede ser el escote. El producto exfoliante se retira simplemente con agua.
No es necesario usar el exfoliante todos los días, pero sí hacerlo varias veces a la semana, aunque dependerá de la actividad diaria de cada persona y su tipo de piel.
¿Cuándo debe aplicarse el exfoliante?
No hay hora del día a la que sea mejor utilizar el exfoliante. Da igual si es por la mañana o por la noche, pero lo mejor será que lo hagas cuando habitualmente llevas a cabo tu rutina de higiene cutánea.
Lo que está claro es que el mejor momento para aplicar el exfoliante es tras la ducha, con la piel limpia y todavía húmeda. Una o dos veces por semana, como ya hemos comentado, dependerá de cada piel. Una piel seca tiene suficiente con una exfoliación por semana, mientras que una piel con tendencia grasienta puede resistir dos por semana.
Nunca hay que aplicar más exfoliante del necesario. De lo contrario podemos provocar daños en la piel.
¿Cuánto tiempo dejar el exfoliante en la cara?
En principio, con entre 2 y 3 minutos es suficiente tiempo para que el exfoliante actúe sobre la piel mientras realizas movimientos circulares. Después hay que retirar el producto con agua.
Cuando usamos exfoliantes químicos, estos pueden requerir más tiempo, aunque es una indicación que vendrá advertida en la etiqueta del producto. Seguramente dependerá del tipo de ácidos y activos utilizados como ingredientes.
Es realmente importante aprender a conocer la piel y saber cuándo un producto está provocando daños o mejoras. Ante las primeras evidencias de irritación o enrojecimiento, debes parar y adoptar una nueva estrategia, quizá usar otro exfoliante o hacerlo con menor frecuencia.