Los surcos nasogenianos son esas finas arrugas o líneas de expresión que se marcan desde la nariz hasta los labios. Son una evidencia de que el envejecimiento ha llegado, no sólo para quien los sufre sino para también para los demás.
Las arrugas entre la nariz y los labios son muy visibles por estar en una zona central del rostro, así que pueden generar una profunda antipatía.
¿Por qué aparece el surco nasogeniano?
La edad es la principal causante de estos pliegues, debido a que la piel va perdiendo su firmeza, por lo que también pierden sus sostén los músculos faciales y la grasa alojada en esta parte del rostro.
Como sabes, las expresiones faciales cotidianas también favorecen la aparición de ciertas arrugas. En este caso, al sonreír o realizar otros movimientos de forma habitual, dibujamos las líneas donde quedarán marcados los surcos nasogenianos.
Aunque el avance de la edad motiva la mayoría de los surcos nasogenianos, lo cierto es que también hay gente joven con estos pliegues, ya que la genética, la constitución y el tipo de piel también influyen.
Estos surcos entre los labios y la nariz, están siempre presentes, pero sólo los vemos cuando nos reímos, porque se crean por la contracción de los músculos risorio y cigomático. De ahí que sea conocida como la arruga de la risa.
No existe una edad exacta en la que aparecen los surcos nasogenianos, pero suele ser entre los 40 y 50 años, cuando vemos signos de que la piel empieza a colgar.
Prevenir los surcos nasogenianos
Lo ideal sería comenzar a cuidar de la piel de forma preventiva cuando esta todavía no ha comenzado a perder propiedades, de forma que podemos prolongar el tiempo que tardarán en mostrarse ciertas consecuencias de la edad.
A la hora de prevenir los surcos en los labios, estas acciones deben ir encaminadas a cuidar de la piel diariamente, protegerla de los agentes externos y seguir una dieta rica en alimentos que potencien la creación de colágeno.
Los masajes faciales y el uso de cremas hidratantes y antiarrugas también ayudan a retrasar la pérdida de elasticidad y firmeza de las capas superficiales de la piel.
También se recomienda dormir boca arriba, para evitar la tensión en los pómulos al apoyar la cara sobre la almohada.
Cómo identificar los nasogenianos
Es posible comprobar si en un rostro quedarán marcados los surcos de los labios, Para ello, ponte frente a un espejo, sonríe y cuenta los segundos que tardan en desaparecer las líneas formadas en las comisuras de los labios. Si es más de 3 segundos, los surcos nasogenianos no tardarán en llegar.
¿Cómo eliminar el surco nasogeniano?
Los cosméticos convencionales no funcionan para tratar de eliminar los surcos labiales. En cualquier caso, como hemos dicho en diversas ocasiones, cada piel es diferente y merece un estudio detallado para decidir qué es lo más indicado.
Eliminar el surco nasogeniano es complicado porque implica actuaciones de tipo fisiológico. Actualmente, ya no es necesario recurrir a intervenciones invasivas como el lifting o los hilos tensores. Se trabaja intentando dar soporte a la piel potenciando también la creación de colágeno y elastina.
Podemos deshacernos de los surcos nasogenianos con rellenos dérmicos para dar al rostro una apariencia más joven. El objetivo es dar un aspecto natural aportando fuerza a la estructura de la piel.
Eliminar surcos nasogenianos sin cirugía
El ácido hialurónico es el principio activo indicado para rellenar estas arrugas. El tratamiento mediante inyecciones de ácido hialurónico implica realizar infiltraciones a lo largo de los surcos nasogenianos. Como el ácido hialurónico está presente en nuestro organismo, este es absorbido por los tejidos.
El efecto es duradero, pero no permanente, por lo que hay que repetirlo cada cierto tiempo, dependiendo de la morfología de cada piel.
Con la electroporación no serían necesarias inyecciones, ya que los activos son introducidos en las capas profundas de la piel mediante pulsos eléctricos de alto voltaje. Podemos introducir ácido hialurónico de bajo y medio peso molecular, que actúa como relleno. También aportamos péptidos que estimulan la producción de fibras. Si engrosamos la dermis, levantamos la arruga y generamos un relleno más duradero.
Así compensamos la pérdida de grasa motivada por el envejecimiento, que es en parte la responsable de la pérdida de volumen en el rostro.
Además, se podría potenciar el tratamiento de electroporación con radiofrecuencia, ya que genera un importante aumento de fibras si se hace de forma localizada, lo que provoca un engrosamiento de la piel.