¿Sabes qué protector solar necesita tu piel? Aunque cada vez existe mayor concienciación acerca del cuidado de la piel frente a la exposición solar, todavía muchas personas lo hacen sólo cuando llega el calor.
El objetivo de la piel es protegernos de agentes externos. El sol o mejor dicho los rayos ultravioleta, son los principales causantes del fotoenvejecimiento, que puede producir graves daños en nuestro cuerpo, que van desde quemaduras, hasta cáncer, pasando por manchas solares y daños en el ADN.
Para qué sirve la protección solar
El sol aporta energía, vitamina D y mejora nuestro estado de ánimo, pero una larga exposición también puede dañar los mecanismos de defensa de nuestra piel.
El uso de protectores solares sobre nuestra piel, nos permite aumentar la tolerancia de esta sobre la exposición solar, por lo que conseguimos reducir los daños en la piel, prevenir el envejecimiento, las manchas y la diferencia de tono.
Por otro lado, al proteger la piel, también reducimos la formación de radicales libres, que están implicados en los efectos del fotoenvejecimiento.
Por estos motivos, la protección solar debe aplicarse durante todo el año, aunque esté nublado o haga frío.
¿Qué es el FPS?
El SPF o FPS es el factor de protección solar. Es el indicador que se utiliza para clasificar el nivel de protección de un producto destinado a defender de los rayos UVB, que son los que provocan las quemaduras en la piel.
El número que de FPS que indican estos productos, se refiere al número de veces por el que se multiplica el tiempo que se puede estar al sol sin que esto produzca quemaduras en la piel.
El indicador FPS se clasifica como:
- De protección baja: de 7 a 20
- De protección media: de 15 a 25
- De protección alta: de 30 a 50
- De protección muy alta: más de 50
Protección UVA y UVB
La protección FPS corresponde a la protección ante los rayos UVB, que son los responsables de las quemaduras, los cambios de tono y problemas más graves como los melanomas.
Hay que tener en cuenta que aunque la piel no muestre daños por quemaduras, incluso con la protección más alta, la radiación ultravioleta es capaz de provocar otros daños invisibles, como es el fotoenvejecimiento.
Por tanto, hay que escoger un producto que también proteja ante los rayos UVA, que son los responsables del envejecimiento de la piel por provocar alteraciones en las células, los tejidos y en el ADN.
Los protectores solares comercializados en la Unión Europea deben incluir con ley la protección ante los rayos UVA y se identifica con las letras UVA dentro de un círculo.
Protectores de amplio espectro
Los mejores protectores solares son los de amplio espectro, que protegen ante otras amenazas como la radiación infrarroja y la luz visible. De momento, la UE no obliga a los comercializadores a proteger ante estas amenazas.
Se identifican con un IR y un HEV, dentro de un semicírculo.
Por otro lado, actualmente existen protectores solares resistentes al agua y al sudor. Estos últimos están especialmente indicados para la práctica deportiva.
Estos protectores, permanecen más tiempo sobre la piel aunque esta esté mojada
¿Qué protector es mejor para cada piel?
Es recomendable utilizar siempre protector solar, como mínimo de 15 FPS. No obstante, cada tipo de piel tiene una capacidad diferente para asimilar la radiación.
- Las pieles pálidas, que parecen delicadas y que presentan muchas pecas son las del fototipo I. Habitualmente son personas pelirrojas, que no suelen broncearse y se queman con facilidad al exponerse al sol. En este caso, la protección recomendada es la muy alta.
- Las piel coincidentes con el fototipo II, son blancas, en personas de pelo claro, que pueden broncearse ligeramente, pero sufren reacciones severas si lo hacen sin protección. Para estos casos, también es recomendable el factor de protección muy alto.
- El fototipo III coincide con las pieles claras que se broncean con facilidad, pero sufren quemaduras en las primeras exposiciones solares de la temporada. Para estas primeras exposiciones es recomendable utilizar el factor muy alto y, una vez bronceada, pasar el SPF 30.
- Cuando la piel es más oscura, se broncea fácilmente y no se quema, hablamos del fototipo IV. Para estos casos se puede utilizar el factor de protección alto y el muy alto en la cara.
- Las pieles del fototipo V, son aquellas que ya parecen bronceadas todo el año. Estas pieles no suelen quemarse, sólo tras una exposición larga. Se recomienda el uso de una protección alta.
- Por último, las pieles del fototipo VI, son las de raza negra. El tono de piel es uniforme durante todo el año y es muy raro que se queme. Es recomendable el uso de protección alta.
Tipo de filtros
Los protectores solares está compuestos por mezclas de elementos que actúan de una u otra manera frente a la radiación ultravioleta. Estas mezclas se denominan filtros y pueden ser químicos, físicos y biológicos.
- Filtros químicos: actúan en la parte más superficial de la piel, absorbiendo la energía y transformándola en calor inofensivo para el cuerpo.
- Filtros físicos: son polvos de origen mineral que reflejan la radiación solar. Se comportan como una pantalla que evita que los rayos UVA y UVB penetren en la piel.
- Filtros biológicos: son aquellos que contienen aceites vegetales o antioxidantes naturales.
La gran parte de los protectores solares están compuestos por una combinación de filtros físicos y químicos.
Cómo usar el protector solar
Los protectores solares deben ser aplicados con antelación, unos 30 minutos antes de la exposición solar. Para conseguir la suficiente protección es necesario aplicar la cantidad correcta. Aunque es difícil precisarla, esta es superior a lo que la gente piensa.
Necesitas llenar la palma de la mano y dejar la zona blanca, para a continuación, esparcir en formar de círculos durante unos segundos, hasta que esta se absorba.
Hay que repetir esta acción tantas veces como sea necesario, con un mínimo de 2 horas. Después del baño hay que hacerlo siempre, aunque estos sean resistentes al agua o al deporte.