La diferencia principal entre la cavitación y la liposucción radica en el método utilizado para llevar a cabo el tratamiento. Ambos son procedimientos del área de la medicina estética, que se utilizan para reducir la grasa acumulada en diferentes zonas del cuerpo.
La cavitación se vale de ondas de ultrasonido para deshacer los cúmulos de grasa y que esta sea eliminada de forma natural por el cuerpo. Y la liposucción consiste en extraer grasa mediante una intervención quirúrgica a través de una incisión en la piel.
A continuación, nos adentraremos en las características de cada uno de los tratamientos para entender cuál es el más adecuado en cada caso.
Qué es la cavitación
Cuando hablamos de cavitación nos referimos a un tratamiento que emplea ondas de ultrasonido para deshacer la grasa de una específica del cuerpo. Es una técnica no invasiva que permite eliminar esa grasa de forma natural mediante el sistema linfático.
Se utiliza un manípulo que se desliza en la zona del cuerpo donde se quiere eliminar la grasa. Habitualmente se utiliza en los muslos, los brazos, el abdomen y la zona baja de la espalda.
Los resultados de la cavitación suelen ser evidentes en muy poco tiempo y al no necesitar anestesia ni ingreso hospitalario, puede hacerse vida normal enseguida.
¿Cuánto dura el efecto de la cavitación?
Los efectos de la cavitación dependerán de cada persona. Son recomendables varias sesiones y, aunque sus efectos son casi inmediatos al reducir el hinchazón y mejorar la firmeza de la piel, esto puede revertirse en cualquier momento si no se es capaz de mantener un estilo de vida saludable.
Qué es la liposucción
La liposucción es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extracción de grasa a través de pequeñas incisiones realizadas en la piel. A través de estas se introduce una cánula que está conectada a una máquina de succión.
Puede ofrecernos resultados drásticos y evidentes en un corto período de tiempo y que es una técnica efectiva para tratar áreas más grandes del cuerpo. Como ves, es un tratamiento invasivo, para llevarlo a cabo se requiere anestesia y suele ser necesario cierto tiempo de descanso para que el cuerpo se recupere.
La técnica es bastante sencilla, aunque suele emplearse en casos en los que no funciona la pérdida de grasa con ejercicio y buena alimentación. Durante el procedimiento se utiliza la cánula para retirar la grasa de forma selectiva, para no perjudicar los tejidos circundantes y moldear el contorno de esa zona del cuerpo.
Diferencias entre cavitación y liposucción
Ya conoces la principal diferencia entre cavitación y liposucción, pero existen otras.
- De forma resumida podríamos decir que, mientras la cavitación es una técnica no invasiva, la liposucción es un procedimiento más agresivo que requiere intervención quirúrgica.
- La recuperación después de la cavitación es generalmente más rápida y menos dolorosa que después de la liposucción. Sin embargo, sus resultados pueden ser más graduales y menos notables que los de la liposucción. La cavitación no requiere tiempo de recuperación, mientras que la liposucción puede requerir varios días o semanas para que el cuerpo se recupere completamente.
- La liposucción es un procedimiento más efectivo para eliminar grandes cantidades de grasa, mientras que la cavitación es más adecuada para pequeñas cantidades de grasa localizada.
- Respecto a los posibles riesgos, la cavitación tiene muy pocos y apenas complicaciones, mientras que la liposucción es un procedimiento quirúrgico que conlleva algunos riesgos, como infecciones, hematomas, irregularidades en la piel, entre otros.
- También el precio es muy diferente, ya que la cavitación es mucho más económica que la liposucción.
¿Cuál es el tratamiento más adecuado?
Vistas las diferencias entre ambos tratamientos, ser el adecuado dependerá de la necesidad de cada persona. En principio, si se trata de reducir grasa localizada, optaremos por la cavitación. Serviría, por ejemplo, para personas que quieren mostrar una figura estilizada pero no consiguen, a pesar de hacer ejercicio físico y seguir una buena alimentación, quitarse un pequeño cúmulo de grasa, por ejemplo en el abdomen.
Por otro lado, optaríamos por la liposucción si queremos eliminar grandes cantidades de grasa. No hablamos de obesidad, porque no sería el procedimiento adecuado para este caso, pero podría utilizarse con personas que han conseguido bajar mucho peso, pero se han quedado estancadas.
Cabe resaltar que ni la cavitación ni la liposucción pueden suplir el estilo de vida saludable, que incluye alimentación y ejercicio físico. Aunque se consiga eliminar grasa, en mayor o menor grado con estos tratamientos, sólo se podrán mantener los resultados con hábitos saludables prolongados.